Las orquídeas son una de las plantas más hermosas que podemos tener en nuestro huerto urbano. Si estás interesado en cultivar este tipo de plantas, una excelente opción para comenzar son las orquídeas con raíces externas. Estas orquídeas no requieren de mucho cuidado y son perfectas para principiantes. Aquí te explicamos en qué consiste el cultivo de este tipo de orquídeas y cómo puedes comenzar a hacerlo.
Las orquídeas con raíces externas tienen una peculiaridad: sus raíces no se encuentran dentro de la tierra, sino en la atmósfera. Esto se debe a que estas orquídeas se desarrollan en árboles o en troncos. Esto quiere decir que, para cultivarlas, no necesitas una maceta, sino un recipiente donde se encuentre el tronco o árbol donde se desarrollará la orquídea.
Una vez que tengas el tronco o árbol, lo siguiente que necesitarás es una serie de elementos para facilitar el cultivo de la orquídea:
- Abono orgánico.
- Sustrato plantable.
- Malla sombra.
- Agua.
Antes de poner en marcha el proceso de cultivo, es importante que sepas que las orquídeas con raíces externas se desarrollan mejor en un ambiente húmedo. Por lo tanto, si vives en un lugar con una temperatura baja, una buena alternativa es colocar una lona que retenga el calor. Si vives en un lugar con temperaturas altas, entonces necesitarás una manta sombra.
Una vez que hayas preparado el lugar y reunido los elementos necesarios para el cultivo, lo siguiente que debes hacer es enraizar la orquídea. Para esto, lo primero que debes hacer es colocar el tronco o árbol en el recipiente. Luego, coloca la orquídea sobre el tronco y agrega el abono orgánico para que las raíces se desarrollen con facilidad. Una vez que hayas enraizado la orquídea, agrega el sustrato plantable para que el desarrollo de la planta sea óptimo.
El siguiente paso es hacer mantenimiento de la orquídea. Para esto es importante que riegues la orquídea con agua regularmente. También es importante que le des luz solar directa durante al menos 6 horas al día. Por último, es importante que le hagas una inspección y un ajuste a la planta cada cierto tiempo para asegurarte de que esté creciendo de manera adecuada.
Cultivar orquídeas con raíces externas es un proceso relativamente fácil. Si sigues los pasos anteriores, estarás un paso más cerca de tener una hermosa orquídea en tu huerto urbano. ¡Así que prepárate para disfrutar de tu magnífica planta!
Cómo Preparar una Maceta para Orquídeas con Raíces Externas
Una de las tareas más importantes si quieres cultivar orquídeas con raíces externas es preparar una maceta adecuada. Esto se debe a que estas plantas necesitan mucha luz y humedad para florecer. Por lo tanto, es importante elegir una maceta con un buen drenaje y con un material que impida la evaporación excesiva de la humedad.
Una maceta de arcilla con agujeros de drenaje es una buena opción. Esto ayudará a que el agua se mantenga en la maceta por más tiempo, manteniendo el suelo húmedo. Si eliges una maceta de plástico, asegúrate de que tenga agujeros de drenaje adecuados.
Además, la maceta debe ser lo suficientemente grande para albergar las raíces de las orquídeas. Esto garantiza un buen crecimiento y evita el crecimiento excesivo de las raíces. Por lo tanto, asegúrate de elegir una maceta de tamaño adecuado para tu planta.
Por último, es importante que la maceta esté limpia y seca para prevenir la propagación de enfermedades. Esto se logra limpiando la maceta con un paño limpio para eliminar cualquier tipo de material extraño. También es recomendable ligeramente aplastar el fondo de la maceta para que el agua drene mejor.
Cómo Cuidar una Orquídea con Raíces Externas
Una vez que tengas lista tu maceta para recibir una orquídea con raíces externas, es importante saber cómo cuidarla. Estas plantas requieren un cuidado especial para florecer y mantenerse saludables.
En primer lugar, es fundamental mantener el suelo húmedo. Esto se logra regando la orquídea una vez a la semana con agua de buena calidad. Sin embargo, es importante que el agua no se quede parada en la maceta por mucho tiempo, ya que esto puede provocar enfermedades.
Además, es importante que el lugar donde se coloque la orquídea tenga una buena cantidad de luz. Esto se debe a que esta planta requiere mucha luz para crecer y florecer. Por lo tanto, es importante que el lugar sea lo suficientemente luminoso, pero que evite la luz solar directa.
Por último, es importante mantener la maceta limpia. Esto se hace limpiando el polvo y las hojas caídas con un paño suave. Esto ayuda a mantener el ambiente saludable para las orquídeas. Además, también ayuda a prevenir la propagación de enfermedades.
Siempre que cultives una orquídea con raíces externas, recuerda que la mejor forma de preservar su salud y encantadora belleza es mantenerla en un lugar cálido y húmedo, con el suficiente sol para que sus raíces se desarrollen y se mantengan saludables. También es importante recordar que es mejor regarla con agua de lluvia o destilada para evitar que se dañe. Siempre que la mantengas con cuidado y amor, tendrás una hermosa orquídea durante muchos años.